viernes, 15 de diciembre de 2017

MI MARIDO ME VENDIÓ CON SU AMIGO



Era la primera vez que hacía algo así, nuestra situación económica era de lo peor y mi esposo se había quedado sin trabajo. Antes de esto todo era normal, una familia sin problemas, todo amor y compresión, pero no hallé otra solución.

Un amigo de mi esposo siempre me tiraba el royo cuando frecuentábamos en fiestas, convivios o simplemente cuando nos visitaba con algún pretexto. La verdad me hacía sentir bien que me acosara, pero obvio que no le aria caso mientras estuviera bien con mi marido.

Mi marido empezó a tener problemas en su trabajo y lo despidieron. se vino un mes muy difícil, tanto que hasta para comer se nos complico. Dándose cuenta de esta situación, el amigo de mi esposo, me ofreció dinero a cambio de tener sexo con él. De primero le respondí que no, pero poco después me parecía una buena opción de conseguir dinero. 

Una noche, acostados mi marido y yo, algo desesperados por lo que tendríamos que pagar y sin saber de donde sacar dinero, él vacilando conmigo me dijo que la única opción, y la más rápida, era que yo me prostituyera y el la aria de mi padrote. Y yo también vacilando, le dije que si él quería, si me animaba, que era la única forma.

Por un momento nos quedamos callados y mirándonos a los ojos...
- ¿lo arias? - me preguntó muy serio.
- solo si tú me lo pides.
- ¿pero con quien sería? no me gustaría con cualquiera - siguió el tema dejándome sorprendida.

Nunca imaginé que estuviera tratando esos temas con él y le seguí la corriente. 
- Pues tú amigo me trae ganas... yo creo que él se animaría.

Se quedó un momento callado y pensativo...
- pero sería un secreto entre los tres... ¿te animas? - me preguntó y no supe que contestar en ese momento.
- Pues tú mueve todo, yo are lo que tú me pidas - le conteste tratando de que todo fuera idea de él.

Llegó un sábado por la noche, mi esposo y su amigo se habían reunido en la casa para tomar unas cervezas. Mi esposo hizo que vistiera de lo más provocativo que tuviera y cuando pasara con ellos, le coqueteara a su amigo. 

Después de un par de horas, cuando ya había obscurecido, mi esposo me dijo, sin que su amigo nos viera, que me metiera al cuarto y él se encargaría del trato.
    



Sentía mariposas en la pansa, estaba muy nerviosa y para esperarlo, me puse de lo más sexy que pude. Para ser sincera también me él me gustaba, más por su terquedad y sus piropos que en ocasiones, tan solo de imaginarme con él, me excitaba.

Pero esas imaginaciones estaban por hacerse realidad, él entró al cuarto y yo rápido me puse de pie. Al verme como estaba esperándolo, se quitó el pantalón y empezamos a besarnos. Rápidamente sentí su pene erecto que topaba entre mis muslos y me excité más. Sus besos apasionados y sus manos traviesas hicieron que me olvidara de todo y solo me entregue a él.



Aunque nunca lo había hecho por que me daba asco, me puse de rodillas y se la chupe. Le hice el sexo oral como una puta. Así me sentía, como una puta, como su putita y eso me gustó. De tan duro que la tenía me dieron ganas de devorarla pero con mi vagina, así que lo senté en la cama y me quité mis pantis, y me senté de espaldas a él. Se la devoré con un sentón, solo escuchaba como el lo disfrutaba y me decía... "así nena... así mi putita..."




Se volvió como loco y me hizo como quiso. Realmente me estaba haciendo gozar, mis gemidos y gritos de placer de seguro los estaba escuchando mi esposo, pero en ese momento no me importaba. Solo quería más y más del pene de su amigo. Arriba de él me vine 2 veces, de ladito una y la ultima, junto con él, en cuatro. Quiso sacarla cuando se venía, pero le dije que los quería a dentro.

Terminamos y mi esposo estaba en la sala muy tranquilo, como si nada hubiera pasado. Eso me tranquilizó mucho y solo le dije gracias a mi nuevo amante y lo despedimos. 

Pensé que todo acabaría ahí, pero la verdad a los dos nos gustó mucho la experiencia, y aunque ahorita estamos muy bien económicamente, lo hemos hecho por placer.   

     
     



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